02

Feb

2021

Con toda la información diaria que recibimos, es normal que busquemos atajos para procesarla.

Por Germán Vega. 02 febrero, 2021.

Foto: ANDINA.

El problema es cuando estos atajos se vuelven sesgos y nos alejan de la realidad. Uno de estos sesgos es el de ‘confirmación’, el cual ha tomado mucha relevancia durante la pandemia. Con la situación sanitaria empeorando, es entendible recurrir a “soluciones”. Una que se ha vuelto muy popular es el uso del antiparasitario Ivermectina.

Hace una semana, la OPS actualizó su revisión sistemática sobre la Ivermectina como tratamiento contra la COVID-19. Su conclusión: no hay certeza que funcione debido a la poca idoneidad de los estudios.

A pesar de ello, es probable que por alguna red social le haya llegado a usted una noticia cuyo titular afirma que un estudio logró exitosamente confirmar su utilidad. El gran cansancio mental que tenemos hace que demos por cierta la noticia sin siquiera leer lo que sigue.

Otra manifestación de este sesgo es cuando tomamos un testimonio (“a mi tío le funcionó”) como confirmación, ignorando la existencia de otros factores que puedan explicar mejor la situación. Por ejemplo, está demostrado que el virus no genera síntomas graves en todas las personas.

Incluso, hay candidatos, autoridades políticas y algunos profesionales médicos que buscan promover el uso masivo de la Ivermectina. Todo ello, facilitado por nuestro sesgo de confirmación.

Una pequeña acotación aquí. Si su médico le recomienda tomar Ivermectina, el que usted la tome o no es algo que los dos decidirán.

Otro sesgo importante, que toma mucha importancia cuando se acercan las elecciones, es el sesgo de representatividad. Por estas fechas, empezamos a construir nuestras preferencias electorales e interactuamos más con personas que las comparten.

Sin embargo, luego aparece una encuesta en la cual su candidato preferido está muy abajo. “Pero ¿cómo es posible ello si en las redes todos hablan de mi candidato? Seguro que la encuesta es falsa.”

Hay bastante evidencia de que las encuestas en Perú funcionan. Pero, reaccionamos así en gran parte por el sesgo mencionado, el cual nos hace ignorar que las redes sociales están diseñadas de tal manera que cada vez vemos más contenido de las personas con quien interactuamos más frecuentemente. A la par, nos lleva a inferir que la opinión de nuestro círculo cercano debe extrapolarse al país entero.

La buena comunicación puede ayudar a contrarrestar estas situaciones, sobre todo la primera. Pero, ni el Gobierno de Sagasti ni antes el de Vizcarra van sobrados de ella.

Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.

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